"Solo con el corazón se puede ver bien,
lo esencial, es invisible para los ojos"
El Principito.Antoine de Saint-Exupéry
Mirar, observar, evaluar y contar
nuestra práctica educativa
Por lo general, a día de hoy en las escuelas infantiles, el modo en que evaluamos a los alumnos es incompleto, segador y en ocasiones hasta excluyente… Evaluar no es clasificar, evaluar es reflexionar. El aprendizaje es desarrollar la capacidad de aprender lo que se necesita, de ahí, parte la propia evolución, esto es lo que necesitamos mirar y registrar.
La observación de la práctica educativa tiene una gran importancia para la evolución de los alumnos y también para la evaluación. El cómo miramos, el que, cuando, desde donde, cuanto, para que.. nos sumerge en un modo de mirar que repercute en la dinámica de relación con el grupo de niños, con el alumno o con las familias…
Para ajustar nuestra mirada, y por tanto para realizar nuestra tarea de observación y evaluación a el modo en el que educamos desde las pedagogías activas, necesitamos clarificar. Desde esta formación con base humanista, abordaremos temas como el desarrollo de la infancia, el significado de crecer, parámetros psicomotrices de observación, reflexionar sobre los alumnos y los encuentros con las familias individual y grupal.
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En esta formación tomaremos diferentes recursos de pedagogía que se apoyan en distintas escuelas de psicología humanista, para profundizar en el conocimiento de la educación, el desarrollo infantil, el crecimiento personal y los procesos de aprendizaje.
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